Villa Colorado: un techo, tres generaciones / Noa network of architectur

En el corazón de las Montañas Rocosas, en medio de uno de los paisajes más intactos de Colorado, toma forma una villa para tres generaciones. Para este proyecto, noa* reinterpretó la icónica tipología de A-frame y la transformó en una sofisticada secuencia de espacios privados y comunes, donde pueden satisfacerse las necesidades de toda la familia.

Una casa de vacaciones enclavada en la majestuosa naturaleza de Colorado: este es uno de los últimos proyectos diseñados por el estudio de arquitectura noa* network. Aquí, rodeado de las cumbres nevadas de las Montañas Rocosas y extensos bosques de pinos, es común encontrarse con la típica casa de vacaciones estadounidense, conocida como ‘A-Frame’. Esta tipología, que se ha convertido en un símbolo de escapadas de fin de semana desde la ciudad, presenta techos inclinados que reemplazan por completo las paredes y proporcionan una protección ideal contra el clima en regiones nevadas. noa* ofrece una interpretación personal de la distintiva geometría limpia del A-frame y crea un acogedor refugio donde la familia puede reunirse y reconectarse con la naturaleza.

Interacción de volúmenes

Desde el principio, el desafío del programa funcional resultó ser la coexistencia de tres generaciones diferentes en lo que visualmente tenía que ser un solo volumen. La distribución interior de los espacios tuvo que combinar áreas comunes con zonas de privacidad independientes para cada una de las familias. En una perfecta convergencia entre las necesidades del cliente y la arquitectura, el equipo de diseñadores decidió adoptar la tipología de la casa triangular en una interacción de volúmenes más compleja, creando una espacialidad polifacética con un nivel creciente de privacidad en los pisos superiores.

“Hemos implementado la geometría clara y la apertura hacia el exterior típicas del A-frame, pero al mismo tiempo, hemos incorporado espacios más pequeños, inesperados pero aún muy cómodos, dentro del volumen más grande. Es un concepto espacial similar a un sistema de matrioskas”, explica Andreas Profanter, socio y líder del proyecto en noa*.

El resultado es un prisma triangular de 30 metros de longitud intersectado en varios puntos por volúmenes de la misma geometría. La arquitectura, que en su estructura articulada se percibe como un solo cuerpo, alberga sin embargo una villa privada completamente independiente para la pareja de clientes y una villa familiar para sus hijos y nietos.

Límites difuminados

La puerta de entrada en el lado este de la casa conduce a un primer vestíbulo. Desde aquí, se puede acceder a tres áreas: el sótano con espacios de estacionamiento y bodegas, la villa privada de la pareja de clientes y la villa familiar con una amplia sala de estar común. La planta baja de la villa privada cuenta con una sala de estar, una escalera independiente, una cocina con una isla de cocina y dos despachos con vistas al patio interior, donde se encuentra el área de barbacoa. El corazón de la villa familiar es la gran chimenea en la planta baja, que sirve como punto focal entre la espaciosa cocina al este y el generoso salón al oeste. El comedor representativo con doble altura de techo se encuentra contiguo a la cocina en el norte. La relación con el paisaje circundante se busca constantemente: amplias fachadas de vidrio en todos los frentes de la casa ofrecen perspectivas en constante cambio. Los límites entre el exterior y el interior se difuminan en todo el edificio, como en el área de estar, donde parte de la roca se integra en el espacio.

En la planta superior de la villa, hay cinco habitaciones alineadas con las crestas del techo. Las habitaciones tienen un diseño de planta abierta, y la división convencional del espacio en área de dormir y baño ha sido reinterpretada de manera fluida, con lavabos y bañeras independientes. Para permitir que los más pequeños se creen un espacio propio, se han creado áreas de juego en la planta del ático. Estas son accesibles directamente desde las habitaciones de los padres.

“En acuerdo con los clientes, diseñamos cada habitación con máxima autonomía y comodidad. Espacios fluidos, dobles alturas y algunos elementos sorpresa. Como, por ejemplo, las salas de juego para niños, a las que se puede acceder a través de escaleras ocultas en las habitaciones de los padres”, concluye el arquitecto Andrea Dal Negro, quien formó parte del equipo de diseño de la villa.

Una vez más, la arquitectura y los interiores del estudio de diseño del Tirol del Sur transmiten el poder expresivo y la refinada relación con la naturaleza comunes a todos los proyectos de noa*. Es un proyecto donde la intimidad y la convivencia se encuentran, y donde uno puede encontrarse en una simbiosis única con el paisaje circundante.